Facilitado por: José Pérez
Agni:
Dios del fuego, y dios del sacrificio, nace de nuevo cada vez que se enciende un fuego. Se trata de uno de los principales dioses védicos (de la India primitiva), pero su rol se fue limitando lentamente, siendo sus atributos asumidos por Shiva o Skanda (parido por Agni tras un breve y agónico embarazo)
Mientras el fuego de Shiva será el que arrasará el mundo hacia el final de los días, el de Agni limpiará y purificará la suciedad y los pecados del mundo. Esa es la razón por la cual en el hinduísmo se practica la cremación de los muertos. La capacidad purificadora del fuego de Agni, fue concebida por el sabio Bhrigu.
Bhrigu raptó a la esposa de otro hombre y el marido ofendido, le preguntó a Agni donde podría encontrarla ya que conocía todos los hogares. Agni se lo dijo, pero Bhrigu se enojó tanto que maldijo a Agni para que se comiera todo lo que a su paso encontrara, fuera esto puro o impuro. Agni dijo que al ser un dios, debía decir la verdad, por lo que entonces Bhrigu le dio poder para purificar todo lo que quemase.
Agni tiene dos cabezas, un cuerpo rojo de fuego y siete lenguas que con avidez chupan la manteca utilizada durante los sacrificios.
Más de doscientos de los himnos del Rigveda están dedicados a Agni, dios del fuego. Como deidad que representa las fuerzas de la luz, se le suele asociar con Indra, dios del sol y, al cual que el rey de los dioses, es invencible en batalla, y quema a sus enemigos hasta convertirlos en cenizas cuando se oponen a él. Es el señor del lugar de cremación y del fuego del bosque; es el «calor», (tapas) generado por las habituales austeridades yóguicas.
El nacimiento de Agni se describe de diversas maneras. En tierra, sus padres son los dos palos de los que se hace el fuego, siempre joven porque el fuego se atiza a diario. Aparece en el mundo de los humanos como el relámpago en el cielo, como el fuego en el estómago que «calienta» o digiere la comida, y en el hogar que es el centro de toda casa.
El papel más importante de Agni es manifestarse a sí mismo como el fuego que arde sobre el altar del sacrificio. Quema a los demonios que amenazan con destruir el sacrificio y convoca a los dioses de los cielos a participar en el ritual. Finalmente, lleva el sacrificio hasta ellos,.Para que puedan comer las ofrendas. Se le pinta, por tanto, a menudo cabalgando una cabra, el animal del sacrificio, o llevando puesta una cabeza de cabra con llamas detrás.Como personifica al sacrificio, se dice que Agni es el mediador entre los dioses y los mortales, el sacerdote divino que comprende tanto los puntos de vista de la tierra como los del cielo.
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